Sincera confesión. Lejos de las peñas, María Obregón, criolla de antaño, ha elegido morir a la vida bohemia y vivir para quien le dio una extraordinaria voz. La cantante de música peruana es ahora miembro de una iglesia evangélica y junto a su esposo, el guitarrista Jorge Caballero, ha decidido contar cómo Dios transformó sus vidas y restauró su matrimonio.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Gente como uno
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